martes, 29 de noviembre de 2011

NOTAS AL CIERRE DEL PRIMER CONGRESO DE D.D.H.H.


CONCLUSIONES

1.- A la base de los atropellos a los Derechos Humanos está una Constitución que ampara el atropello y un Modelo Económico que propicia la desigualdad y abre una brecha creciente entre los que tienen mas y los que tienen menos, atentando contra la concepción universal e igualitaria de los D.D.H.H.


2.- Negar por medio de la represión y la violencia la libre expresión y las legítimas aspiraciones de un pueblo a darse una sociedad mas justa y más humana, compromete seriamente la legalidad del sistema y de la actual democracia formal.

3.- Estos derechos hoy son considerados como simples aspiraciones y no pueden ser plenamente vigentes dados los poderes establecidos. La lucha por la plena vigencia de los derechos humanos lleva, necesariamente, al cuestionamiento de los poderes actuales orientando la acción hacia la sustitución de éstos por los poderes de una nueva sociedad humana.

4.- Los derechos humanos son una aspiración a futuro que se reaviva en cada nueva violación a los destinos del hombre. Es por esto, que todo reclamo que se haga a favor de ellos tiene sentido porque muestra a los poderes actuales que no son omnipotentes y que no tienen controlado el futuro.

5.- Haciendo un poco de historia debemos recordar que el 10 de diciembre de 1948 , más de 160 estados de la Tierra suscribieron la Declaración Universal de Derechos Humanos. En el transcurso del tiempo muchos de ellos firmaron su aceptación y se comprometieron a defender los derechos proclamados. A partir de allí, innumerables Tratados relacionados de DDHH han ido completando el marco legal para la defensa de estos derechos, tratados que han sido firmados y ratificados por los estados, quienes han designando representantes ante comisiones de derechos humanos y ante tribunales internacionales. Al parecer, habría sido suficiente este esfuerzo mundial por asegurar al ser humano sus derechos básicos. Sin embargo el juego hipócrita de los gobiernos en el manejo de los D.D.H.H. han rebasado la imaginación consignando en los últimos años un aumento sostenido de la violación a los D.D.H.H. Guerras en Yugoslavia y Somalia, Presos de conciencia en más de 62 países. Torturas institucionales en 110 de ellos. Asesinatos políticos usados por los gobiernos en 45 países. Las atrocidades de Bosnia-Herzegovina, Tayikistán y Azerbaiyán hablan de tortura, asesinato y hambrunas. Las denuncias de torturas y malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad de los gobiernos han aumentado. En nuestra región, la violencia desatada por fuerzas de seguridad de los gobiernos y de grupos paramilitares han aterrorizado a naciones, exterminando nativos en la Amazonia, acorralando a los pueblos originarios discriminándoles y negando toda diversidad cultural. En nuestro país, la educación privatizada, un sistema de salud para ricos y otro para pobres, y una marginalidad creciente y un sistema económico depredador nos colocan a nivel mundial entre los países que ostentan mayor desigualdad. Sin la menor duda, nuestro país no es un buen ejemplo de respeto a los derechos humanos.

6.- Mientras el ser humano no sea considerado el valor central de nuestra actividad política, económica o religiosa, estaremos violando los derechos de las personas. No existe justificación alguna para que se ubique por sobre los derechos del hombre el dinero o el estado, a un partido político u otro, militares o sacerdotes. Toda intención humana tendrá validez en la medida que proteja el crecimiento de la vida y el desarrollo de la humanidad, hacia un estado social donde exista una justicia humana y no divina, donde el poder esté en la gente y que no sea un instrumento de algunos pocos ávidos de ganancias a costa de la explotación de muchos.

7.- En las últimas décadas, el mundo “civilizado” a creado verdaderas monstruosidades, verdaderos engendros que han cobrado vida propia, sometiendo a pueblos enteros a sus designios, al poder económico local e incluso a los Estados. Tal es el caso de las Transnacionales, capitalismo moderno que estira su influencia hasta los lugares más apartados de la Tierra, condenando al ser humano a la miseria, a vivir errante generando grandes migraciones, apropiándose de medios de producción, de recursos naturales y contaminando el medio ambiente. Son engendros sin cabeza y sin corazón, que comienzan apoderándose de los servicios básicos de la gente, del agua, de la energía, de las comunicaciones y de los alimentos para terminar manejando la fuerza laboral. Se mantienen vivos gracias a las leyes internacionales que ellos mismos se han encargado de redactar y de ejércitos desplegados por todo el mundo protegiendo su accionar. Su afán depredador no tiene límite y a su paso dejan una estela de violencia y sufrimiento. Mediante la Globalización pretenden implantar una cultura única planetaria, la del dinero y de los accionistas que operan detrás de estas companys, haciendo desaparecer la diversidad cultural del Planeta, sus regionalismos y su historia. Esto nos debe hacer considerar que la lucha por los Derechos Humanos no basta que se de en un solo país, o en dos o tres, ni siquiera en una región. Será tarea de todos los hombres de la tierra, de la humanidad entera.

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